El otro gran beneficiado fue el quebequés Xavier Dolan, un cineasta de sólo 27 años descubierto por el festival en 2009 con su debut, J’ai tué ma mère. Después de ganar el Premio del Jurado hace dos años con Mommy, Dolan se consagra con el Gran Premio del Jurado para el teatral drama Juste final du monde, una película asfixiante que dilapida un gran reparto (Marion Cotillard, Léa Seydoux, Gaspar Ulliel y Vincent Cassel)
El premio más merecido de la noche -salvo la Palma de Oro honorífica para Jean-Pierre Léaud, que afirmó haber “nacido en Cannes” – fue el ex aequo a la mejor dirección para el francés Olivier Assayas por la contemporánea estilización del cine de fantasmas Personal shopper y para el rumano Cristian Mungiu, que retrata la corrupción de su país a la sólida Graduation.
Otro premio fue el de mejor guión para el filme iraní The salesman, de Asghar Farhadi, sobre la brecha que se abre en un matrimonio cuando la mujer es atacada en su casa por un desconocido. El actor que interpreta al marido, Shahab Hosseini, se llevó también el premio al mejor actor, y el premio de interpretación femenina fue para la actriz filipina Jaclyn Jose, protagonista del oscuro drama familiar Ma ‘Rosa, de Brillante Mendoza.
El cine catalán ganó en Cannes su primera Palma de Oro. Seleccionado entre más de 2.000 trabajos presentados al festival, Timecode, del barcelonés Juanjo Giménez, se llevó la Palma de Oro al mejor corto. Protagonizado por Lali Ayguadé y Nicolas Ricchini, bailarines y coreógrafos sin experiencia como actores, el corto relata la relación inesperada que surge entre dos vigilantes nocturnos de un parking que se ven sólo unos minutos al día cuando termina la jornada de uno y comienza la del otro. Al recoger el premio, Giménez recordó el único ganador español de una Palma de Oro, Luis Buñuel, que se la llevó por Viridiana en 1961: “Luis, tú tienes la grande, pero yo la pequeña, que es más jodida de conseguir! “, exclamó.